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Parece una película para la televisión donde mezclan nombres científicos de especies que no conocemos y un CGI medianamente decente. Uno pensaría que Pesadilla Jurásica es una pelícual de bajo presupuesto y un guión pobre, pero tiene encanto suficiente para ser digna de verse, sobre todo si tiene niños en casa que les guste ver dinosaurios comer gente.
El mundo pensó que los dinosaurios estaban extintos, pero cuando una expedición descubre que estas criaturas siguen vivas, se desata una aventura inimaginable. Luego de la desaparición de varios investigadores, dos pescadores descubren una mochila flotando a la deriva de un río. Dentro hay cintas y discos duros con más de 100 horas de video. El material cuenta la historia de esa expedición que se adentró en lugares misteriosos repletos de criaturas prehistóricas, y su posterior desaparición.
Richard Dillane, como su líder, es básicamente Sam Neill en Jurassic Park. Su hijo adolescente y un celoso compañero de trabajo sólo existen en la película para activar todos los clichés posibles. La película tiene algunos giros inesperados que pueden parecer interesantes y los dinosaurios que nos presentan son superiores a la mayoría de las películas de esta naturaleza.
A pesar de los puntos a favor, sigue siendo una aventura cursi e infantil que trata muy difícilmente de evitar parecer la película para televisión que realmente es.