Unas nubes negras amenazaban desde hacía rato. Será una PJ Harvey bajo la lluvia, nos decíamos. Pero nos amontonábamos lo más adelante posible para verla de cerca mientras aguantábamos, estoicos, unos subgraves que te hacían temblar el cuerpo, surgidos del concierto de la rapera 070 Shake. Daba igual, ninguno de los congregados en la explanada grande del Primavera Sound quería perderse la de Dorset, que llegaba a Barcelona siete años después de su última visita y con disco nuevo bajo el brazo.
'I inside the old year dying' (2023) es el trabajo más enigmático que ha grabado hasta el momento, inspirado en su poema épico de 272 páginas 'Orlam', y un disco que representa su regreso a una discográfica independiente, Partisan, tras 30 años publicando con el sello de Universal Island Records. Y fue con las canciones de ese décimo álbum de estudio que la cantante, guitarrista y saxofonista empezó el set.
Amparada por el impecable cuarteto formado por su colaborador de toda la vida John Parish, el percusionista Jean-Marc Butty, y los multinstrumentistas James Johnston y Giovanni Ferrario, Harvey fue tejiendo los mundos hipnóticos de sus canciones más recientes con incursiones a su disco más político, 'Let England shake' (2011) y, progresivamente, mientras el cielo nos iba cayendo encima, aproximándose al mundo más eléctrico de sus icónicos trabajos de los 90. Fue el caso de '50 ft queenie', del 'Rid of me' (1993), y de 'Send his love to me', el primero que caería del 'To bring you my