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Bilbao

21 secretos de Bilbao

Parques secretos, pintxos clandestinos, monumentos polémicos… descubrid una ciudad llena de historias y lugares espectaculares y desconocidos

Escrito por
Eneko Liceranzu
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Conocer una ciudad es mucho más que visitar las atracciones que recomiendan todas las guías. Hay que mirar más allá. En cada esquina, en cada detalle, podemos encontrar secretos que nos hablen de tiempos pasados o de historias que son la base de su carácter actual. Muchas de estas anécdotas se pierden con el tiempo, pero la mayoría siguen ahí esperando a ser descubiertas por los visitantes o incluso por los vecinos que las desconocían. En este artículos os acompañaremos a descubrir pasajes poco conocidos pero harán que la visita a Bilbao se convierta en una aventura más especial.

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1. La terraza de Zorrozaure

¿Qué es?: Una coqueta terraza para sentarse encima de la ría.

¿Por qué ir?: Zorrozaurre solía ser una península y ahora es una isla. Antes era un zona industrial y se ha convertido en un barrio donde la cultura y las iniciativas sociales están llenando todos los pabellones abandonados. Si os acercáis hasta aquí encontréis esta bonita terraza. Sentaos tranquilamente. Estáis en uno de los mejores sitios para mirar cómo sube y baja la marea.

2. Las casas inglesas de Irala

¿Qué es?: Una calle que parece sacada de Londres.

¿Por qué ir?: La conexión vasca con Reino Unido siempre ha sido muy importante. Desde aquí partían los barcos llenos de hierro dirección a las fábricas de inglaterra. A cambio, ellos nos trajeron el fútbol y el nombre del club más importante de la ciudad: el Athletic. Fruto de esta influencia, en el barrio de Irala existe una calle cuyas casas tienen la estructura de las típicas casas inglesas. Se encuentran en la calle Zuberoa, y es uno de los lugares más coloridos y desconocidos de la ciudad.

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3. El falso busto de Unamuno

¿Qué es?: Una escultura en honor de uno de los escritos bilbaínos más ilustres.

¿Por qué ir?: Miguel de Unamuno creció en el Casco Viejo. De hecho, en el número 16 de la calle Ronda hay una placa que indica su lugar de nacimiento. Hoy en día, en la plaza que lleva su nombre existe un busto en su honor. Es uno de los lugares más frecuentados de la zona, justo delante de la boca del metro. Lo que poca gente sabe es que ese busto es falso. Es una réplica de uno anterior que tras un mitin político algo caldeado, unos jóvenes cogieron y tiraron a la ría.

4. La salsa del Eme

¿Qué es?: Un sandwich untado en una salsa que nadie sabe qué lleva.

¿Por qué ir?: A veces se crean mitos sin saber muy bien el porqué. De repente algo se hace famoso, se pone de moda y se corre la voz por la ciudad. Eso ocurrió con los triángulos y las torres del Eme, el pequeño restaurante que sirve los bocados más famosos de Bilbao. El secreto del éxito es su salsa, cuyos ingredientes son secretos. Muchos la han intentado copiar pero nadie lo ha conseguido. Quizá por eso suele haber tanta gente haciendo cola para comerlos.

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5. Una bodega sin nombre

¿Qué es?: Un templo del beber que da lustre a la ciudad.

¿Por qué ir?: Cuando cada vez los bares y restaurantes se empiezan a parecer más entre ellos, es cuando más debemos valorar los lugares singulares de siempre. Esos que han ayudado a cimentar nuestro carácter. Esta bodega de la calle Poza es una de ellos. No tiene ni cartel ni nombre, pero no tardaréis en encontrarla. Los parroquianos la llaman El Palas, haciendo un juego de palabras por su decoración austera. Os los encontraréis dentro bebiendo un porrón con un bocadillo de bonito.

6. El sorprendente parque de la Misericordia

¿Qué es?: El sitio más tranquilo de la ciudad.

¿Por qué ir?: Este antiguo orfanato reconvertido hoy en día en una residencia para la tercera edad es uno de los lugares más especiales de Bilbao. Tiene unos jardines de estilo románico y de acceso público preciosos. Es uno de los sitios más tranquilos de Bilbao. Perfecto para leer o descansar un rato. En la capilla del edificio se encuentra San Mamés, el niño que fue arrojado a los leones y que estos decidieron no comerlo. De ahí el apodo a los jugadores del Athletic: los leones.

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7. La hucha del txikitero

¿Qué es?: Una hucha solidaria en plena calle.

¿Por qué ir?: Los txikiteros son los grupos de amigos que quedan en el Casco Viejo para tomar unos vinos o txikitos. Van de bar en bar y para pagar las rondas ponen un bote. Al final del día, el dinero que les ha sobrado de ese bote lo echan a la hucha de la calle pelota. Cualquier persona puede hacer donaciones. Cada 11 de octubre el Día del Txikitero se celebra una fiesta en la que se abre la hucha para recoger los ahorros y donarlos a causas benéficas.

8. El bar Athletic en el monte Pagasarri

¿Qué es?: Un pequeño bar en medio de la montaña.

¿Por qué ir?: El Pagasarri es el monte por excelencia de Bilbao. Cada domingo cientos de familias suben hasta arriba para contemplar la ciudad desde las alturas. La subida es relativamente corta, en una hora estaréis en la cima. Y cuando bajéis y os entre la sed, podéis para a tomar algo en el bar Athletic. Una tasca con sillas fuera para sentarse a beber a tomar algo. Es tan pequeño este bar que no se puede entrar dentro, se pide por la ventana. Un descanso merecido tras el paseo.

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9. El farol de Artekale

¿Qué es?: Una pequeña figurita de la Santísima trinidad colocada en una vitrina.

¿Por qué ir?: Artekale fue la primera calle de la ciudad. Algo curioso teniendo en cuenta que su nombre significa 'la calle de en medio'. Pues bien, a finales del siglo XIX, Dionisia, una señora que tenía su tienda de telas justo al principio de la calle, cada noche encendía un pequeño farol que alumbraba la zona. Sin embargo, cayó enferma de viruela y murió, y desde entonces nadie lo volvió a encender. Hoy en día está iluminado eléctricamente, pero sigue señalando donde comienza Artekale.

10. Los restos de la muralla de Ronda

¿Qué es?: Una muralla que separaba lo rural de lo urbano.

¿Por qué ir?: La Muralla de Ronda es historia viva de la ciudad. Rodeaba las siete calles, el corazón de Bilbao, donde empezó todo, y protegía a los ciudadanos separando lo rural de la nueva ciudad que emergía. El nombre ronda viene de los turnos que hacían los guardias vigilando los portones para que nadie se colara. Hoy en día aún quedan vestigios de aquello, pero tendréis que afinar la mirada. Los más evidentes están entre el número 8 y el 12 de la calle Ronda.

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11. La iglesia Bilborock

¿Qué es?: Una iglesia diferente a cualquier otra.

¿Por qué ir?: Estamos ante una iglesia construida en el siglo XVII. Sin embargo ya nada tiene que ver con el propósito por el cual fue ideada. Esta iglesia se llama hoy en día Bilborock. El nombre ya nos da unas pistas de lo que hay dentro. Una espectacular sala de conciertos con una acústica celestial. Aquí se celebran todo tipo de actividades culturales, y uno de los concursos musicales de bandas noveles más importantes del país: El Villa de Bilbao. A bailar.

12. La fuente del perro

¿Qué es?: Una fuente con tres cañones que son cabezas de leones.

¿Por qué ir?: Esta fuente lleva siglos en el Casco Histórico. Antiguamente se utilizaba para lavar los animales que se llevaban a vender al mercado de la Ribera. En el año 1800 le agregaron tres cañones nuevos, cada uno con la cabeza de un león. Sin embargo, en esa época eran muy pocos los bilbaínos que sabían cómo era un león. Además, la fuente está ubicada en la calle del Perro, por lo que la gente creyó que se trataba de este animal y la llamaron así: La fuente del perro.

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13. La casa más antigua de Bilbao

¿Qué es?: Una casa con más de 700 años de historia.

¿Por qué ir?: Bilbao fue fundada en el siglo XIII. Desde entonces la evolución de la ciudad y de su urbanismo ha sido enorme. Testigo de todo ello es la casa más antigua del Casco Viejo y que aún sigue estando habitada y en perfecto estado. En la calle jardines esquina con Bidebarrieta se alza este edificio que distinguiréis en seguida por el peculiar color rosa de su fachada. Una casa que es historia viva y data del año 1.300. Anda que no ha llovido desde entonces, y más en Bilbao.

14. Los arcos de la Ribera

¿Qué es?: Un museo al aire libre en el techo de uno pórticos.

¿Por qué ir?: A veces no es necesario entrar a un museo para poder contemplar obras de arte. En ocasiones la propia calle y sus elementos pueden convertirse en uno de los mejores soportes para creadores. En los arcos del pórtico de la ribera, si miráis hacia arriba podréis contemplar las obras de diferentes artistas. Una intervención en el mobiliario urbano que es un homenaje a los bilbaínos y su historia y que puede pasar desapercibida a no ser que elevemos nuestra mirada al cielo.

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15. Los bustos de Lenin y Marx

¿Qué es?: Una escultura polémica con una curiosa historia.

¿Por qué ir?: Hace años estos bustos se encontraban en la embajada de la Unión Soviética de Madrid. Sin embargo, y con la caída del régimen soviético no supieron qué hacer con ellos. En ese momento la asociación vecinal del barrio Otxarkoaga se puso en marcha y consiguió traerlos a Bilbao. Este barrio siempre se ha caracterizado por su carácter obrero e insurgente, y desde hace años para demostrarlo luce con orgullo esta polémica escultura.

16. La tortilla del salón de juegos Concha

¿Qué es?: El mejor pintxo de tortilla está escondido.

¿Por qué ir?: Desde fuera, jamás pensaríais que en este local sirven el mejor pintxo de tortilla de Bilbao. Y es que se trata de un salón de juegos. Sin embargo, una vez dentro veréis la cantidad de gente viene solo a consumir una de sus muchas versiones. Con jamón y queso, txaka, o el clásico con cebolla. Todas riquísimas. Una tortilla de aspecto rústico y poco cuajada y que se deshace cuando la partes con el tenedor. ¿Qué os apostáis a que os encantará?

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17. La iglesia y el puente San Antón y el escudo del Athletic

¿Qué es?: La representación en vivo del escudo del equipo de la ciudad.

¿Por qué ir?: No hace falta que te guste el fútbol. Esto es simplemente una excusa para pasear por uno de los muelles más bonitos de Bilbao, sentarse en una terraza y disfrutar de un vermut. Y una vez que estéis allí, levantar la vista y contemplar la iglesia de San Antón con su puente, el más antiguo de la ciudad. El primero que unió el Casco Viejo con la parte sur. Pero si os fijáis bien, os resultará familiar. La iglesia y el puente están representados en el escudo del Athletic Club.

18. Las cenas clandestinas del Casco Viejo

¿Qué es?: Una cena secreta en un lugar secreto.

¿Por qué ir?: La clave de estas cenas es saber aprovechar un espacio que en principio no es un restaurante y acondicionarlo como tal. Las galerías son las que más se prestan a estos menesteres. Si queréis vivir esta experiencia clandestina, poneos en contacto con Epelde Mardaras, el colectivo que lo organiza todo. Su galería de arte es un palacete del siglo XIX en el Casco Viejo que se convierte en una especie de txoko perfecto para disfrutar de una deliciosa cena underground.

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19. El bar trapi y su foco encendido

¿Qué es?: El rincón con la mejor música de la ciudad.

¿Por qué ir?: Si alguien te habla o te lleva al Trapi por sorpresa, no te separes de esa persona. Es alguien que merece la pena. La gente de la ciudad apenas conoce este garito de música rock, ni siquiera los vecinos de los portales de al lado. No tiene cartel con el nombre, pero podrás identificarlo por su puerta negra y el foco sobre ella. Es auténtico. Un templo sin pretensiones, pero con mucha alma. Son famosas sus jam sessions y sobre todo el gusto musical de los propietarios.

20. El champi del Motrikes

¿Qué es?: Un pequeño pintxo de champiñones con una salsa secreta.

¿Por qué ir?: La calle somera es uno de los mejores sitios para tomar unos pintxos. Entre todos los bares de esta zona destaca El Motrikes. Un pequeño negocio con un pintxo estrella: el champi. La receta es muy sencilla: un champiñón a la plancha, con una hogaza de pan y una salsa picante. La cuestión es que la salsa es secreta. Dicen que trataron de comprar la receta por más de 20.000 euros, pero el cocinero se negó. Por lo que si queréis probarlos, tendréis que ir a El Motrikes.

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21. El mirador que nadie conoce

¿Qué es?: Un mirador clandestino y desconocido.

¿Por qué ir?: En un barrio levantado en una ladera con grandes pendientes se ubica este pequeño mirador. Masustegi es un barrio que construyeron los migrantes gallegos que vinieron en los años 50 a trabajar a la cantera que había más arriba. Este es un lugar con solera y personalidad, y si conseguís llegar a la parte de arriba, junto a la pequeña ermita, podréis sentaros tranquilamente en los bancos del mirador para disfrutar de una de las vistas sobre Bilbao que muy poca gente conoce.

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