Museos poco conocidos de Barcelona que deberías conocer

La gente se mira el seminario desde la barrera, y resulta que son los turistas quienes lo pisan más a menudo. Por eso muchos de ellos se marchan con un recuerdo del Museu Geològic del Seminari de Barcelona, un espacio con regusto antiguo. Se dedican a los fósiles, sobre todo a los invertebrados, y es toda una institución para los expertos en la materia. La institución fundada en 1874 cuenta con un registro de más de 80.000 piezas y más de 10.000 títulos de referencia.

Un domingo por la tarde, pensadlo dos veces antes de pasar de largo por el Palau Güell (se puede visitar de forma gratuita hasta que se agoten las entradas). Fue el primer encargo que recibió Antoni Gaudí, a petición del empresario Eusebi Güell, y dejó en él la huella más orientalista. De entre las cosas más impactantes del espacio destaca la terraza, que parece un bosque de chimeneas decoradas con mosaico, y la cúpula, esta salida parabólica y agujereada como si fuera la cúpula celestial, una perfecta caja de resonancia para los conciertos de órgano que se hacían en la época.

Tienen un balcón privilegiado sobre la plaza pintoresca, artística y cargada de historia. De hecho, recuperar las crónicas y personajes que han habitado la plaza Reial es uno de los objetivos de la Fundació Setba. Desde aquí también trabajan por el arte y la cultura, y ponen una especial atención en los colectivos en riesgo de exclusión social.

La Fundació Rocamora es una entidad sin ánimo de lucro creada a partir del legado artístico de la colección del pintor, mecenas y coleccionista de arte Manuel Rocamora Vidal. La casa, de hecho, es un museo decorado por una veintena de colecciones. Están los dibujos de Casas –tenía lazos familiares con el pintor– y móviles de gatos de Picasso, a demás de todo tipo de objetos, desde cerámica, hasta carteles publicitarios, pasando por medallas y utensilios de medida. Por lo que también se conoce Rocamora es por la colección de vestidos antiguos que fue la génesis del Museo de la Indumentaria de la calle Montcada.

El Archivo Fotográfico de Barcelona fue creado en 1931 y está ubicado en la segunda planta del antiguo Convent de Sant Agustí. Tiene un fondo con más de dos millones de fotografías desde 1839 hasta la actualidad y tiene a la ciudad de Barcelona como temática principal. El archivo es una realidad gracias a las donaciones y colaboraciones de fotógrafos profesionales y amateurs, editoriales, personalidades de la sociedad barcelonesa, instituciones, familias, ciudadanos y el mismo Ayuntamiento. Es un espacio con salas de consulta y de trabajo, laboratorios, siete depósitos para la custodia de fotografías y una nueva sala de exposiciones donde se mostrarán periódicamente fotografías de sus fondos.

Francisco Daurella, uno de los primeros comisionados de Coca-Cola en España, fue el impulsor de esta fundación de arte contemporáneo ubicada en el Poble Espanyol. Entre las 300 obras de la colección Daurel, que sigue ampliándose, destacan las piezas de artistas de tres generaciones: la primera, la conformada por Picasso, Miró y Dalí; la de los Tàpies, Clavé, Joan Ponç, Chillida, Guinovart, Palazuelo y Manolo Valdes; y la generación de los 'jóvenes' Barceló, Plensa y Riera i Aragó, entre otros. Echadle un vistazo al jardín de la Fundació, un bosque lleno de esculturas.

¡Una exposición de arte, en un hotel! Sí, el Astoria atesora una importante colección de los trabajos de Ricard Opisso, de los mejores cronistas y caricaturistas de principios del siglo XX, habitual de las páginas de 'L’Esquella de la Torratxa' o '¡Cu-Cut!'. La colección la empezó Jordi Clos, de Derby Hotels, en 2007, y en la actualidad se compone de más de 250 piezas originales, entre óleos y acuarelas, además de documentación sobre el artista amigo de Ramon Casas, Isidre Nonell, Toulouse-Lautrec y Picasso.

Aquí los protagonistas son las reliquias de tiempos pasados, de los griegos, los fenicios, los romanos y los visigodos, y otros restos arqueológicos que ayudan a explicar quiénes somos, de dónde venimos, la cultura ibérica y nuestros lazos con el Mediterráneo. Acercaos a la arqueología y descubriréis una 'reliquia' más contemporánea: la sede de Barcelona del MAC ocupa el antiguo Palau d'Arts Gràfiques, una de aquellas construcciones efímeras para alojar la Exposición Universal de 1929 que todavía perduran.

En 2007 el Museo de la Música volvía a abrir al público en L’Auditori. La nueva exposición permanente tiene cerca de 500 instrumentos de diferentes épocas y culturas y está considerada como una de las más importantes de España. El recorrido principal, Orpheus, se inicia en las antiguas civilizaciones y recorre el nacimiento y la difusión de la polifonía, el barroco, el clasicismo y el Romanticismo, los nuevos colores y la industria del sonido en el siglo XIX así como los nuevos estilos y las nuevas tecnologías del siglo XX. Destacan los instrumentos de teclado y la colección de guitarras así como Sala de los Músicos Catalanes.