7 establecimientos con carisma Bar Leo Las letras de Bar Leo llaman desde su traje de trazo inocente y grueso de un niño que aprende el abecedario mientras juega a la pelota. Y es esta grafía rotunda y naranja que se come el dibujo de una marina de aquellas que regalaban los basureros durante los días de Navidad a cambio de una voluntad forzosa. Leo, la propietaria del bar, rompe el maleficio de los días ordinarios con un concierto de vermut del domingo al mediodía que se alarga hasta la noche. En esta esquina bulle una rumba que está hecha de una felicidad de quinto y gramola donde la gente elige su canción a cambio de unas monedas y un parterre de pañuelos de papel, colillas y serrín. Arrimados unos contra otros, no falta nadie en la fiesta. (leer más) Can Maño Taberna pescadora de la Barceloneta donde a medida que el pescado fresco entra por la puerta se van haciendo los pedidos. Hay dos formas de comerse los ejemplares: fritos o a la plancha con ajo y perejil. Podéis comer por 10 euros, por 20 tenéis un festival. La Cova Fumada Esta taberna de marineros es, sin duda, la patria del almuerzo de cuchillo y tenedor de Barcelona. Entre mesas de mármol y patas de hierro, cada día aquí se almuerzan especialidades de esas que hacen que te crezca pelo en el pecho: garbanzos estofados, capipota o bacalao son algunas opciones. Y no olvidéis que ellos inventaron la bomba, plato autóctono de la Barceloneta consistente en la patata rebozada rellena de carne picada. Bar Electricitat Est
Estamos delante de la primera ruta gastronómica organizada por Cerveses Moritz y totalmente al estilo Moritz, es decir, cuidada, buscando la diferencia y huyendo de lo mainstream.
No pongáis mala cara que no se trata de la enésima ruta gastronómica masiva, a la que se apuntan dos docenas de restaurantes y donde os dan tapas de calidad pero también corréis el riesgo de encontraros frente a la fiesta de la grasa, la mayonesa y la marca blanca.
El concepto es hacer una ruta gastronómica pero segmentada por barrios y donde el eje sea un producto representativo de este barrio. La Barceloneta estrena la ruta y como buen barrio marinero, se ha escogido la gamba como ingrediente protagonista.
Desde el jueves 4 de septiembre y hasta finales de octubre, ocho locales del barrio os ofrecen su tapa más dos quintos Moritz por 5 euros.
El Bar Peninsular (Mar, 29) nos lleva al sur con una tortita de camarones y la Bodega Fermín (Sant Carles, 18) propone un Ferminet de gamba con jamón ibérico. Siguiendo su carácter, en Surf House (Almirant Aixada, 22) se ponen internacionales con una quesadilla de gamba y en el Santa Marta (Grau i Torras, 59) os podréis comer una gamba en saor.
El Filferro (Sant Carles, 29), uno de los más emblemáticos del barrio, tiene un plato buenísimo, ligero y refrescante, un carpaccio de gambas con cítricos; mientras que en Cal Papi (Atlàntida, 65) apuestan por la contundencia con un montadito de tortilla de gambas con un toque de ajo.
También participa en la ruta el Nou Ramonet (Carbonell, 5) con una brocheta de gamba, pepinillo y tomate cherry con salsa de cítricos que es ideal para abrir el apetito. Y si no queréis iros de la Barceloneta sin probar una bomba, la tapa del barrio por antonomasia, no dudéis en pasar por La Fresca (Maquinista, 8), donde os servirán una bomba de gamba al ajillo con alioli de tinta de calamar. ¡Para ponerse de rodillas!
En cada uno de estos locales encontraréis el mapa de la ruta, para que no os despistéis.