Actividad paranormal 4

Henry Joost y Ariel Schulman presentan la nueva película de la saga. La cinta nos ubica en 2011, donde conocemos a Alex, una chica que descubre, con su novio, a un extraño llamado Robbie en la casita del patio de la casa. Esa misma noche, ocurre un accidente en la casa de los vecinos, y al ser la madre de Robbie llevada al hospital, la madre de Alex se ofrece a cuidarlo por unos dias. 

Recordarán que Katie, la protagonista del primer filme, aparece al final de la secuela y acaba robándose a Hunter, el bebé de la familia Rey. Tal como se estableció en cámaras incorporadas portátiles colocados estratégicamente por toda la casa, Robbie se pasea por el lugar durante la noche, hablando con un amigo invisible, o conspirando en voz baja con el hermano menor de Alex, Wyatt. 

Como en toda la franquicia, hay escenas donde no pasa nada y hay una dosis exagerada de sobresaltos. Es claro que los escritores no se molestarán en mejorar la historia y dejar esos trucos baratos en las siguientes entregas, las cuales seguro prometerán en tráilers y pósters sin responder todas las preguntas que han sembrado a lo largo del tiempo, pero, igual que en esta cuarta entrega, se olvidaran (convenientemente) de hacerlo. 

El product placement en Actividad Paranormal 4 es realmente cínico y la única innovación visual los directores pueden llegar a es rápidamente usado en exceso. La manifestación inevitable de Katie (Katie Featherston) llega demasiado tarde para salvar el día. Se trata de una película con una historia estancada desde hace varias entregas. No se molesten.