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Esta cinta sobre un encuentro amoroso entre una joven de 18 años y un hombre mayor no será del agrado de todos. Podrías decir que su diálogo improvisado (y el exceso de tomas de la pareja intercambiando profundos e íntimos sentimientos) es insoportablemente pretencioso.
Lo que la hace girar son las irresistibles actuaciones de Felicity Jones y Guy Pearce. Jones es Sophie, una estudiante de intercambio británica que vive en casa de una familia en Estados Unidos. Pearce (inusualmente suave y quebradizo) interpreta a Keith, el padre. Ella es una pianista talentosa. Él, un guitarrista seriamente frustrado porque la vida lo alejó de sus sueños de estrellato, trabaja de 9 a 5 como profesor. Sophie cree que conoce los problemas de su matrimonio de la misma forma que los adolescentes creen saberlo todo. En la versión directa a DVD, Keith sería un repugnante macho alfa y Sophie sería interpretada por alguien de Skins. Pero aquí es más complicado. Una vez dicho eso, Jones tiene 29 años, sin embargo, no luce mayor de 20 (es como si hubiera recibido inyecciones de botox de cuernos de unicornios). Me pregunto: si una verdadera chica de 18 años interpretara a Sophie, ¿resultaría igual de agradable?