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Gary Newman (Josh Charles) es un ingeniero informático norteamericano que, en medio de un viaje de negocios a París, abruptamente decide renunciar a su trabajo y dejar a su familia. Audrey (Anaïs Demoustier) es una joven mucama que trabaja en el hotel donde Gary está hospedado. Hartos de la rutina, ambos extienden sus alas en busca de un nuevo comienzo.
Al combinar elementos de drama y fantasía, esta película de Pascale Ferran (Lady Chatterley, 2006) aborda una de las más grandes paradojas del mundo contemporáneo: siempre estamos rodeados de gente, pero constantemente nos sentimos solos.
La fotografía, a cargo de Julien Hirsch, sorprende con secuencias muy bien logradas que convierten el aeropuerto Charles de Gaulle en un personaje más de la historia. Destacan también varias secuencias de vuelo que nos llevan, al ritmo de “Space Oddity” de David Bowie, a un espectacular recorrido nocturno por la terminal aérea y sus alrededores.
Alas de libertad, nominada al premio Un Certain Regard del Festival de Cannes 2014, es una propuesta interesante que, a través de metáforas, logra escapar de los cánones del cine comercial y nos invita a desprendernos de los problemas de la vida diaria para levantar el vuelo.