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En un gimnasio, un puñado de personas extrañas que se hacen llamar Alps están conectados por una fijación con los detalles cotidianos de la vida de la gente que vive en un estado de peligro de muerte (incluido un jugador de tenis adolescente en cuidados intensivos). ¿Manía extraña? ¿Búsqueda de identidad?
El cineasta griego Giorgos Lanthimos podría ser el más adecuado en contar un género que en realidad no existe: la novela cinematográfica. Después de su película Dogtooth, sobre una familia nuclear aislada perversamente, y este nuevo proyecto, parece que aún tiene mucho que decir.
La cinta tiene un poderoso sentimiento con respecto a la forma en que las estructuras sociales y lingüísticas se vinculan. Desconcertante y provocadora, Alps: Los suplantadores tiene un poder persistente y un efecto que es espeluznante, difícil de definir.