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El también director de películas como Noche y niebla (1955) e Hiroshima, mi amor (1959), Alain Resnais, adaptó por tercera ocasión una pieza teatral de Alan Ayckbourn, en la que recrea un tragicómico teatro de vanidades: la mayoría de las escenas ocurre en espacios interiores; predominan los fondos coloridos, piedras y pasto, así como dibujos realizados por el caricaturista Blutch.
Colin y Kathryn son un matrimonio que se encuentra en los ensayos de una obra de teatro amateur. Cuando reciben la noticia de que a su amigo George Riley le quedan unos cuantos meses de vida, deciden invitarlo a participar en el montaje y esto desata un torbellino de emociones para Kathryn, para sus amigas Tamara y Mónica, y para sus parejas.
La historia se cuenta de la primavera al otoño en Yorkshire, un poblado inglés. Se trata de la última entrega de la vasta filmografía de Resnais, cineasta francés asociado a la Nouvelle vague. Antes de su muerte a los 91 años, obtuvo el premio Adolf Bauer del Festival Internacional de Cine de Berlín, el cual reconoce a las obras que “abren nuevas perspectivas”.
Amar, beber y cantar se estrena en la Cineteca Nacional luego de haber formado parte de la 58 Muestra Internacional de Cine. Respecto a la película, el diario estadounidense The New York Times dijo que ésta parece “examinar el mundo desde múltiples perspectivas visuales”.