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Al principio, estás confundido: ¿cómo la estrella de Guardianes de la Galxia, Dave Bautista llegó hasta Londres para comprar hot dogs en el estadio Upton Park? ¿Es eso lo que pasa después de que Thanos te hace polvo?
Presentada como una película tipo Duro de matar (1988) en un estadio de futbol, Atentado en el estadio te prepara para una imitación barata. Sin embargo, esta cinta sobre un hombre musculoso que se enfrenta a terroristas rusos con la intención de explotar el antiguo terreno de West Ham (fue filmado en 2016, antes de que el estadio fuera demolido) es un comodín: intenso y divertido, con destellos ocasionales de brillantez real.
El director Scott Mann te empuja y te mete en el caos, brutales golpes, persecuciones, perdida de miembros. Bautista es enormemente simpático, mientras que sus compañeros, Lara Peake —como su sobrina obstinada— y Amit Shah —como un administrador de tierras aterrorizado—, son una explosión. Y luego está Pierce Brosnan, inexplicablemente actuando como un ruso, absolutamente ridículo con una gran barba vieja, soltando metáforas sin sentido sobre pollos.
Esta película es lo que es: se embarran de queso y maíz, pero es más ingeniosa, cálida e impredecible de lo que tiene derecho a ser. Puede ser descaradamente como una copia de Duro de matar (1988) en un estadio de fútbol, pero es mucho mejor que las recientes películas de acción.