Declaración de guerra

Declaración de guerra cuenta la historia de una joven pareja, Roméo y Juliette (no es coincidencia), quienes gozan de una relación pasional y profunda. Al poco tiempo, tienen un hijo, que a los dos años es diagnosticado con un tumor cerebral.

La película los sigue desde que se conocen, hasta el momento que deben enfrentar esta enfermedad juntos, siendo el mayor reto de su vida. Es durísimo el tema, pero lo tratan como una lucha honesta, humana e inspiradora. Si algo saben hacer los franceses es hacer películas humanas, que no exageran los sentimientos para tener un efecto en el público, las emociones y las reacciones son reales sin llegar a ser exageradas. Más que querer cortarte las venas, sales sintiéndote inspirado y creyendo otra vez en la humanidad.

Lo más impresionante de esta película, más allá de la historia en sí, es que el guión lo escribieron Jérémie Elkaïm y Valérie Donzelli, los protagonistas, pues es lo que les pasó a ellos y a su hijo. Donzelli también la dirigió.

Si de por sí es dificilísimo imaginar por lo que pasaron; ahora, imaginar que escribieron un guión sobre ello y luego lo revivieron actuándolo en una película, no me queda más que respeto y admiración por los dos.

Es una película maravillosa que no te puedes perder, aunque suene como cine de arte para llorar, sí lloras, pero poco. Es una película muy bonita con una propuesta visual y de edición diferente, y después de saber que los actores –y directora– son las personas reales de la historia, la verás con otros ojos.