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Con casi cuatro décadas de trayectoria, Depeche Mode se mantiene vigente: desde los tiempos de viniles, pasando por la era de los cassettes, hasta llegar a la practicidad de la música digital con las plataformas on demand. En un documental promedio, el recorrido por esos 40 años de historia, así como la justificación de los éxitos y la permanencia de la banda, recaerían en voces de productores musicales, críticos reconocidos y bandas contemporáneas. Pero no es el caso de esta película.
Spirits of the Forest, dirigido por Anton Corbjin (Control, 2007), excluye incluso a las voces de Dave Graham, Martin Gore y Andrew Fletcher —miembros activos de la agrupación—, con la finalidad de ceder la palabra a un grupo selecto de fans. Localizados en distintos continentes y nacidos en diferentes generaciones, son ellos quienes dan los argumentos más sólidos sobre la trascendencia de Depeche Mode: “Tenía ocho años cuando escuché esa canción, y no sé qué pasó pero me enganché con la banda; por eso ahora tienen a una fan desde hace 22 años”, recuerda una de las protagonistas del filme.
Así, cuando menos lo esperas, te ves reflejando en uno de los testimonios: del rumano que escuchaba los cassettes piratas para no darle en la madre a los originales; de la malasia que se enamoró de la música siendo ella muy niña y sin saber el idioma de la banda; del brasileño que encontró liberación en sus letras; de la estadounidense que halló fuerza en esas composiciones; del colombiano que convirtió al grupo en la mayor conexión con sus dos hijos.
Este documenta es una carta de amor a los fans de Depeche Mode y a los melómanos en general; es para quienes la música es aliciente, revelación o éxtasis, según el momento en que se encuentren. Y aunque es emotivo escuchar las declaraciones de los seguidores seleccionados, y con la misma fuerza estremecen sus gritos durante los fragmentos de concierto que se presentan, la cinta tiene uno que otro tropiezo.
No es que los protagonistas no tengan algo que decir, de hecho sus historias son tan interesantes como llegadoras e inspiradoras. Pero Corbjin —autor de un gran porcentaje de los videoclips de la agrupación—, John Merizalde y Pasqual Gutierrez se quedan en la superficie; de momentos pierden el hilo conductor en su intento de ligar cada uno de los relatos, y además entrelazarlos con segmentos de uno de las presentaciones del Global Spirit Tour (en 2019). Como consecuencia, el último tercio del filme se convierte en una lluvia de anécdotas y siembra varias interrogantes que nunca se responden.
Debido a esto, Spirit of the Forest parece un documental casi exclusivo para los seguidores de la banda de Essex; sin embargo, las perspectivas personales de los entrevistados otorgan universalidad al relato y las secuencias del concierto, aunque breves, son realmente emocionantes —con temas como “Walking In My Shoes”, “Personal Jesus”, “Just Can't Get Enough” y otras más que no mencionaremos para no arruinarte la sorpresa.