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¿Jason Statham en traje? Sí. ¿Jason Statham conduciendo a alta velocidad? Sí. ¿Jason Statham protegiendo a un niño? Sí. ¿El Transportador 4? No... esta “nueva” cinta se llama Safe. Aunque la trama sea tan similar, la acción y la adrenalina que proporcionó este actor británico en esta saga de autos/artes marciales se vuelve parca y predecible.
La culpa no es de Statham: el hombre hace su trabajo al golpear, patear, romper vidrios, sangrar y producir esta sensación de invulnerabilidad. El error está en el guión del también director, Boaz Yakin, pues sus personajes no tienen matices ni motivaciones: o son villanos malvados, o son héroes aprehensivos. Puedes adivinar su futuro a los pocos segundos de conocerlos.
El inicio de la cinta es alentador: un buen trabajo de montaje nos muestra a los dos personajes principales: Luke Wright (Statham), un luchador de la MMA que, después de negarse a cumplir con una pelea arreglada, es atacado por la mafia rusa; y Mei, una niña china quien tiene una habilidad especial para las matemáticas, por lo cual se vuelve un objeto de deseo para un grupo de criminales (quienes al parecer no pueden apuntar cifras en un cuaderno o en Excel). Por cuestiones de logística narrativa, Luke deberá protegerla y, al mismo tiempo, cobrar su venganza. Es como ver El perfecto asesino, pero escrita por un guionista de telenovelas. Eso sí, el trabajo de edición y la fotografía son lo mejor del filme, al presentar un collage de imágenes del Barrio Chino de Nueva York.
¿Debe Jason Statham de salir de su área de confort? Sí, por favor.