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El espejo del arte

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Documental El espejo del arte
Foto: Cortesía de la producción
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Time Out dice

"Rechazada de todos los festivales" es la frase que, coronada por las icónicas ramas de olivo, abre el documental El espejo del arte, del director mexicano Pablo Jato. A partir de esa introducción, que pretende destacar lo subversivo del filme -porque nadie se atreve a proyectar la "verdad"-, arranca una diatriba contra el mundo del arte contemporáneo con una peculiaridad: son los agentes culturales quienes, a través de una serie de entrevistas, se ponen el pie y terminan por develar la gran farsa que es el arte contemporáneo. Claro, todo esto desde una óptica poco ortodoxa.

Las reglas se establecen desde el principio: para el director, el arte es la bóveda decorada por Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, un hecho -según él- incuestionable en 1511. Entonces, ¿cómo es posible que lo que se exhibe y vende actualmente sea arte? Más allá de ejercer una crítica objetiva o siquiera plantear un panorama histórico de las prácticas artísticas, lo que Jato logra es un desafortunado pastiche de entrevistas tendenciosas realizadas por un entrevistador que no tiene interés en escuchar las respuestas.

En su panel de entrevistados hay personajes como Cuauhtémoc Medina y Graciela de la Torre, curador en jefe y directora del MUAC, respectivamente; Mónica Manzutto, fundadora junto con Gabriel Kuri de la galería Kurimanzutto, y Guillermo Santamarina, artista y curador mexicano. El contrapeso está representado por Avelina Lésper, detractora de las prácticas artísticas contemporáneas.

No obstante, las respuestas que cada uno de ellos da ante preguntas como ¿qué es el arte?, ¿existe una mafia? ¿entiende alguien el arte contemporáneo? se anulan a través de la edición de la película. Es decir, no sólo se notan descaradamente los cortes en los discursos, además hace uso de técnicas cinematográficas en donde desdobla la imagen, como si el entrevistado estuviera hablándole a su reflejo. Esto le resta seriedad a las declaraciones. Titubeos, silencios y equivocaciones se prestan para el pastelazo y la exigencia de la carcajada de la audiencia ante el circo que para él encarna el circuito artístico contemporáneo, principalmente el mexicano.

Esta no es la primera vez que el mercado del arte es blanco de críticas. Como muestra, basta el documental de Ben Lewis, La gran burbuja del arte contemporáneo (2008), en el que se adentra a las casas de subastas más importantes a nivel mundial, revisa cifras y sopesa el éxito de los artistas frente al poder que poseer sus piezas representa. Por el contrario, Jato no acota a qué se refiere con sus preguntas y concluye falazmente que el mercado es el mundo del arte en su totalidad, afirmación genérica que claramente confunde y excluye manifestaciones distintas a las ligadas meramente a lo económico, como proyectos colectivos y activaciones sociales dentro y fuera de las instituciones museísticas.

Sin ganas de reflexionar, pero sí con mucho ímpetu de confrontar sin fundamento, no cabe duda del porqué fue rechazado de todos los festivales.

Escrito por Tania Puente

Reparto y equipo

  • Director:Pablo Jato
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