El hobbit

Posiblemente ya viste otras reseñas acerca de El hobbit. Un viaje inesperado y las conclusiones no son muy positivas. Este texto es absolutamente todo lo contrario.

Es bien sabido que la trilogía original de El señor de los anillos está en el Olimpo de series fantásticas. Adorada por millones, le permitió a Peter Jackson, su director, el permiso para, de ahí en adelante, hacer lo que quisiera.

La comunidad del anillo es para Jackson lo que Tiburón para Spielberg y The Avengers para Whedon, vaya. Entonces, se anuncia que habrá película de El hobbit, un libro infantil independiente que sirve de precuela para El señor de los anillos. ¿Quién no podría emocionarse con esa noticia? Muchos.

De repente era fácil encontrar comentarios nada favorecedores acerca de llevar El hobbit al cine. Se despertó interés cuando Guillermo del Toro, geek nacional del que deberíamos estar más orgullosos aún, fue anunciado como el director de la que ya eran dos películas.

La habilidad de Del Toro para manipular guiones y crear creaturas fantásticas es enorme, todo parecía ir de maravilla. Luego, nada. Empezaron a circular rumores de que la producción estaba teniendo problemas, las cosas no fluían con rapidez. Guillermo, quien de verdad tiene decenas de proyectos planeados para los próximos años, tuvo que renunciar. Fue decepcionante para varios pero, sin duda, él era el más afectado. Peter Jackson tuvo que volver no sólo como productor, sino como director, algo que quizá no lo hacía tan feliz.

Después de todos los años en crear El señor de los anillos, dedicaría su vida a una nueva trilogía de la precuela. Porque sí, fue anunciado que no solo habría dos películas, sino tres. Ahí existió un reclamo de millones, ¿cómo hacer tres películas de un libro tan breve? Además, el primer trailer decepcionó a todos.

Meses después fue mostrado un segundo avance y no podía creer lo superior que se veía. Por fin creí que sí pasaría algo emocionante y, quizá, tres películas era una cifra adecuada para contar la historia.

Flash-forward al día de la función de prensa. Estaba interesado pero con moderación. Soy de los que encuentra cada secuela superior a la película anterior —El retorno del rey > Las dos torres > La comunidad del anillo—, así que volver a los inicios no me emocionaba demasiado. Pero estaba muy equivocado, El hobbit es espectacular.

Las dos horas y 46 minutos de duración ayudan a darle tiempo a cada parte, pero nunca aburre. Siempre está pasando algo, en ocasiones en más de un lugar a la vez. Conocemos el pasado de Bilbo Baggins, a los 13 enanos que quieren recuperar su reino, Erebor —el cual fue arrebatado en minutos por Smaug, un dragón de fuego que parece invencible. Vemos un poco de los elfos y sus ciudades perfectas, a los orcos y su sed de sangre, venganza en medio de una organización salvaje y, por fin, cuando Bilbo conoce a Gollum. Verlo en pantalla me hizo notar que no sabía lo mucho que extrañaba al personaje.

También es posible que hayas escuchado que El hobbit se proyectará en seis formatos, un nuevo récord. Estos son 2D, 3D, IMAX, IMAX 3D, HFR y, el combo perfecto: 3D IMAX HFR. ¿Qué significa HFR? High Frame Rate. Antes de esta película, el cine era a 24 cuadros (fotografías) por segundo. Peter Jackson propone utilizar el HFR, que reproduce el doble de cuadros por segundo, 48.

Esto crea una animación mucho más natural porque se acerca más a lo que capta el ojo humano. Por suerte, estos detalles (nerds y que sin duda hacen un poco más complejo elegir dónde ver la película), crean una diferencia visual obvia.

Si ves El hobbit sin y con HFR, notarás que el primero puede ser un DVD, pero el segundo tiene calidad de Blu-ray. Para los fans que quieren el combo HFR+IMAX+3D, sólo habrá una sala en el país que la proyecte así (Cinépolis IMAX Universidad). Si únicamente tienes curiosidad por el HFR, habrá más de 100 salas con esa tecnología en todo México.

Existe una generación que disfrutó de Star Wars y Star Trek en cines. Son historias que hacen click con cierto demográfico, pero haber estado ahí, en la edad perfecta cuando fueron exhibidas en cines, crea un lazo especial. Por eso somos parte de una generación afortunada al tener El señor de los anillos en su estreno y ahora no tuvimos que esperar 20 años para ver la primera de las precuelas (The Hobbit: The Desolation of Smaug se estrenará a finales de 2013 yThe Hobbit: There and Back Again en el verano de 2014). Pero, entre las miles de enseñanzas cursis de amistad y lealtad y blablabla, la más grande es que nunca debimos dudar de Peter Jackson. Su talento y amor por las historias de Tolkien han sido más que probados tres veces, ¿cómo dudar de una cuarta?