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El lenguaje de los machetes

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El lenguaje de los machetes
El lenguaje de los machetes
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Time Out dice

Septiembre de 2001. Un estudiante de filosofía se va a estudiar cine en Nueva York. Es Kyzza Terrazas, mexicano de 23 años que pocos días después vio, en primera fila, cómo un mundo se terminó el fatídico 11 de septiembre: las Torres Gemelas cayeron a consecuencia de un calculado ataque terrorista. Desde aquella mañana una pregunta le carcomió los sesos: ¿qué lleva a un individuo a cometer un acto criminal tan contundente y planificado?

Su respuesta esperó 10 años para concretarse en su ópera prima, El lenguaje de los machetes. “Ya había tenido varios rechazos y probablemente nadie iba a apostar por la película porque había un tema incómodo. No lo íbamos a lograr por las vías normales y decidí que la íbamos a hacer a pesar de todo. Lo importante fue creérnosla”, comenta.

A todos se les dijo desde el principio que no había dinero, incluso pidieron prestado y se echaron sus ahorros. “Lo que siguió fue, simplemente, serle fiel a este impulso. Se requirió mucha paciencia porque cuando la terminamos ahora había que festivalearla”.

El lenguaje de los machetes cuenta la historia de Ray (Andrés Almeida) y Ramona (Jessy Bulbo), una pareja joven que odia la injusticia del contexto social en el que viven y, cada uno desde su propio nicho —ella, desde la música y él, desde el activismo social— luchan por un mundo más justo. Ray fracasa en su rebeldía y arrastra a Ramona en una espiral descendente que culmina con un acto poético-terrorista.

El título es una frase del político blanquiazul Diego Fernández de Ceballos, cuando siendo senador de la república, en 2005, denostó al Movimiento de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra (ejidatarios de Atenco que protestaron con machetes para detener la construcción de un Aeropuerto en Texcoco) diciendo que ellos sólo hablaban el lenguaje de los machetes. "La película tiene un lenguaje hiriente, sangrante, que se relaciona con ese lenguaje de las parejas marchitas en el que a cada paso lo que buscan es destruirse uno al otro. Esta película no tiene medias tintas, es bastante gritona y a lo que aspiro con ella es a que no deje indiferente a quien la vea", añade el realizador mexicano.

La película se ha presentado en más de 10 festivales con bastante éxito. En el Cartagena de Indias (Colombia) ganó un Premio del Jurado. Ahora que ha visto la reacción de muchas personas Kyzza dice: “Lo más padre ha sido constatar que estos temas son preocupaciones universales que están en el espíritu de la gente en el mundo: ese sentimiento de zozobra que se vive actualmente”.

Escrito por Alejandro Flores
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