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Islandia tenía muchas posibilidades de ganar el Festival de la Canción de Eurovisión 2020 por primera vez en la historia, mucho antes, como con cualquier otro evento importante de este año, la competencia se canceló. Parece apropiado, entonces, que el país tome el centro del escenario en este tributo de Will Ferrell. Parece sensible y mayormente fiel a la competencia.
Ferrell interpreta a Lars Erickssong, un chico de un pueblo pequeño con el gran sueño de ganar el Festival de la Canción de Eurovisión con su colaboradora de la infancia, interés amoroso y probablemente no hermana, Sigrit Ericksdottir (interpretado por Rachel McAdams). Los extravagantes estereotipos islandeses los convierten en un dúo simpático, pero uno con una base de fans muy pequeña. Incluso el padre extremadamente guapo de Lars, Erick (ahora zorro plateado Pierce Brosnan) no tiene tiempo para las ilusiones del dúo en el grupo de baladas Fire Saga. Pero por un giro del destino (y rezando a los elfos islandeses), la banda termina compitiendo por su país en el escenario principal del concurso, en Edimburgo.
Las canciones son himnos como deberían ser (Savan Kotecha, el compositor detrás de los éxitos más grandes de Ariana Grande, es del equipo de producción). La puesta en escena es ridícula, especialmente para “Lion of Love” del ruso Lotario y el favorito Alexander Lemtov (realizado con destreza animal, Dan Stevens). Y la letra es, por supuesto, una tontería total. Los fanáticos de Eurovisión sin duda disfrutarán de todo esto. Incluso hay una canción horrible, protagonizada por lo bueno de la moderna Eurovisión (Loreen, Netta y Conchita Wurst entre ellos). Pero al igual que en el concurso, la película se prolonga dolorosamente y los chistes caen un poco. Afortunadamente, como en la vida real, un cameo de Graham Norton como comentarista ayuda a mejorar las cosas y avanzar en la acción.
La sinceridad de la que pueden enamorarse los fanáticos de Eurovisión es exactamente lo que impide que la comedia despegue. Lars es uno de los personajes menos complejos de Ferrell, y es una verdadera lástima: Eurovisión tiene una rica historia de temas en los que podría haberse apoyado aquí.