Her

Sí, 'Her' es un cuento de amor, de un amor a distancia en que no hay fines de semana ni vacaciones que vuelvan a unir los dos amantes. Amantes ingenuos, claro. Como era ingenuo el niño de 'Donde viven los monstruos', recluido en su castillo de barro con una corte de bichos peludos, donde hacía guerras de piedras sin ser consciente de que podía hacerse daño, que podía morir lapidado de un mal tiro de piedra. 'Her' es como 'El fantasma y la señora Muir', aquella película que Mankiewicz dirigió en los años 40, sobre una mujer que se enamoraba de la voz del espíritu de un marinero, que le hablaba desde el más allá. 'Her' es una película sobre dos seres que habitan mundos diferentes y que nunca se podrán encontrar. Una historia tierna que empieza naíf y poco a poco se va volviendo en una espiral de nostalgia, en uno de esos juegos de nanos que siempre acaban mal, con jarrón roto y muchos llantos. Un juego que en algún punto se les ha ido de las manos a todos juntos, una broma pesada alargada hasta la tragedia que te sitúa en el borde del abismo.