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Jack Reacher ha llegado para quedarse. Éste, sin duda, no será el único filme que se hará sobre el personaje creado por Lee Child. Jack, un hombre que bebe de Eastwood y Marvin, tiene todos los números de convertirse en protagonista de una serie, si no legendaria –esto quizás sea demasiado–, sí perdurable. Jack es guapo, inteligente, tiene su propia moral, no se quiere casar. Como héroe de ficciones negras con humor y sin ningún prejuicio, funciona perfectamente. También gracias a su contrahéroe: Werner Herzog haciendo un papel de malo que le sienta como un guante. El único problema que tiene esta entretenida historia es que el director, que como guionista es fantástico, no tiene la fuerza de un Don Siegel, por ejemplo. El Jack de Tom Cruise pide a gritos alguien con esta capacidad de transmitir la ambigüedad del personaje sin recurrir a persecuciones de coches innecesarias, aunque espectaculares.