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Tan real como la vida, la nueva película de Dominic Savage os tocará muy de cerca. Gemma Arterton, espléndida, interpreta una mujer desesperada por escapar de la jaula doméstica en la que se encuentra prisionera, en una casa de un barrio residencial de Kent, con dos coches en el aparcamiento. No tiene trabajo ni aficiones. Su tiempo se debate entre dos hijos pequeños de los cuales debe ocuparse y un marido (Dominic Cooper, también magnífico) que cada día, antes de ir a trabajar, se la folla sin ni pedirle permiso, y que se piensa que llevándola a cenar fuera una noche se curarán todos sus males. "El sábado es uno de mis pocos días libres y estás llorando", le dice él. "Un poco extraño, ¿no te parece?". Es cierto que la historia flaquea cuando ella decide irse a París y apagar el móvil. Aún así, el personaje tiene una verdad que nos ilumina hasta el final.