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En un pasado no tan lejano, había un gran sector de la población que consideraba que los hombres que se maquillaban no sólo eran varoniles, sino de las personas más masculinas y admirables que existían sobre la faz de la tierra: los integrantes de los grupos de hair metal en los ochenta.
Usaban spandex y hot pants y eran fanáticos del Aquanet, las chapas, el delineador y demás cosméticos, y ese hecho no sólo no era ridiculizado por sus fanáticos, sino que era imitado, pues a la vez que portaban maquillaje cantaban canciones misóginas y alardeaban sobre la cantidad de sexo que tenían y de drogas que se metían.
La epítome de este universo era Sunset Strip, donde aún actualmente se encuentran varios clubes muy cercanos entre sí, en los cuales tocaron The Doors, Led Zepellin y The Byrds en 1960 y 1970, pero que llegaría a su clímax en la década de 1980, lanzando las carreras de grupos como Mötley Crüe, Guns N’ Roses, Poison, Van Halen y varios más.
Rock of Ages, película basada en el musical de Broadway del mismo nombre, habita en ese mundo, y cuenta la historia de Sherrie (Julianne Hough) y Drew (Diego Boneta), dos jóvenes que se conocen por casualidad en el Sunset Strip en su búsqueda por conseguir la fama.
En el camino se enamoran, conocen a la estrella de rock más importante del momento, Stacee Jaxx (Tom Cruise, quien básicamente interpreta a Axl Rose, pero de manera extraordinaria), e intentan de salvar a su antro favorito –y, bueno, al resto del Sunset Strip– de unos políticos que los consideran indecentes.
Adam Shankman, director de la película y quien anteriormente dirigió la adaptación a la pantalla grande de Hairspray, dice que pese a todos los grandes nombres involucrados en la película –que es protagonizada además por Alec Baldwin, Catherine Zeta Jones, Russell Brand, Paul Giamatti y Malin Akerman–, nunca tuvo miedo de los egos de las personas involucradas chocaran.
“Una de las mejores cosas de hacer un musical es que es verdaderamente difícil llegar con un gran ego porque a) hay demasiado trabajo, dependes en demasiadas personas, hay demasiados ensayos y no vivimos en un mundo en el que haya muchas personas que sean grandes estrellas en los musicales, fuera de Catherine Zeta-Jones y John Travolta, que estuvo en Hairspray, ¿sabes? Entonces llegan con este sentimiento de ’no estoy totalmente en mi zona de confort, sólo estoy muy emocionado, tengo que clavarme en el trabajo, porque hay demasiadas cosas qué hacer.’”
A la vez, este es el primer papel estelar de los dos protagonistas de la película, Hough y Boneta, y ambos tuvieron momentos que jamás se imaginaron vivir. La primera escena que Hough tuvo que grabar, por ejemplo, consiste en Cruise agarrándole un seno –“no es como que actué mucho en esa escena”, dice–, mientras que Boneta –quien participó en la telenovela RBD– tomó clases de guitarra con Cruise, quien lo empezó a invitar ocasionalmente simplemente a jammear, y un día se vio en el sillón de Tom Cruise, tocando Every Rose Has It's Thorne, y pensó “¡No manches, estoy aquí cantando con Tom Cruise en su departamento!”
Sin embargo, fue tanta la convivencia que pronto ambos dejaron de estar apantallados.
“Obviamente estás emocionada y nerviosa de conocer a tus ídolos y a todas estas estrellas que admiras, pero creo que lo más padre es que la razón por la que están ahí o que han estado en esta industria y este negocio por tanto tiempo es porque 1) son increíbles en lo que hacen y 2) son humildes y trabajan muy duro”, dice Hough.
Y aunque resulta raro ver a actores como Alec Baldwin, Tom Cruise y Paul Giamatti en un musical, parte del atractivo y de la diversión es ver cómo interpretan éxitos ochenteros como Don't Spot Believin' y Pour Some Sugar On Me.
Rock of Ages es una película exagerada, ocasionalmente misógina y con varios hoyos en la trama, pero resulta ideal para ir un día en el que necesites apagar tu cerebro y pasar un buen rato.
Aunque la gente más emocionada seguramente será aquella a la que se le sigue poniendo la piel chinita cuando suena Paradise City, en el Bull y sale confeti, varias de las canciones que aparecen en la película son de lo más fresa del género, de las que siguen tocando sin parar en estaciones como Mix 106.5, lo cual la hace ideal para llevar como acompañante a alguien que normalmente no querría ir a ver un musical.
Sin embargo, es necesario hacer una advertencia: si puedes, no te sientes brazo con brazo con alguien que no conozcas. Son tantas las personas que conocen estas canciones, que corres el riesgo de que la persona que se siente al lado de ti se la pase toda la película cantando como si fuera karaoke.
En una de esas, esa persona puedes terminar siendo tú.