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Los casos de supervivencia en condiciones extremas son ejemplo de cómo la realidad supera a la ficción; resultan tan extraordinarios que incluso el cine ha intentado replicar. En algunas ocasiones se logra con éxito (Lo imposible, 2012), otras tantas deja un sabor agridulce, como es el caso de Los 33 (Patricia Riggen), película inspirada en el derrumbe de la mina San José, en Chile.
La historia de Mario Sepúlveda, Edison ‘Elvis’ Peña, Alex Vega, Yonni Barrios y el resto de los mineros que quedaron atrapados durante dos meses en su lugar de trabajo se recreó con el apoyo de un elenco internacional y fue filmada en minas abandonadas durante 12 horas al día.
Sin embargo, pese al esfuerzo del diseño de producción y tener un reparto de renombre, los diálogos absurdos y las secuencias sin ritmo provocan desde momentos de tedio hasta risas involuntarias. Tampoco ayudan las actuaciones de algunos miembros del cast, como Antonio Banderas -quizá sólo destaca Juliette Binoche-, y el no respetar el idioma original de los supervivientes y del elenco mismo, el español.
Lejos de emocionar con las historias los mineros, Los 33 cae en el melodrama y sólo deja algunos momentos de tensión sin llegar a conmover.