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Libby Day es la única sobreviviente de una masacre ocurrida en Kinnakee, Kansas, en 1985, en la que muere su familia. Cuando decide declarar, el testimonio apunta como culpable a su hermano Ben, un adolescente involucrado en ritos satánicos. Esta es la premisa del filme Lugares oscuros, de Gilles Paquet-Brenner, basado en la novela del mismo nombre de Gyllian Flynn (Perdida).
Charlize Theron, quien ya había mostrado su versatilidad en cintas como Monster y Tierra fría, interpreta a Libby 25 años después de lo ocurrido. Sin trabajo ni medios para subsistir, acepta colaborar con un grupo de fanáticos de crímenes violentos cuando le proponen examinar nuevamente el caso. Libby tendrá que visitar lugares oscuros en su memoria para averiguar qué ocurrió aquella noche.
La cinta tarda en alcanzar un buen ritmo y nunca genera el mismo nivel de suspenso que la aplaudida adaptación de Perdida (David Fincher). Lo único destacable son los retrocesos en el tiempo para conocer la noche del crimen; gracias a una imagen granulosa y movimientos constantes de cámara, se consigue elevar la tensión y mantiene al espectador atento a la pantalla.