[title]
¿Por cuánto tiempo más le durará el gag a Robert Rodriguez? El fake trailer que originó todo era ligeramente simpático al convertir al actor secundario de los dramas carcelarios chicanos de inicios de los noventa, como un antihéroe del mexplotation. Una cinta donde finalmente se le daba su lugar a ese personaje caracterizado por su tosco rostro y por un prominente tatuaje en el pecho. Sin embargo, seis años después, cuando el cine serie B ya ha sido adoptado por el mainstream (aún sin haber asimilado del todo su espíritu), el regreso de este personaje se siente demasiado premeditado.
Imposible de resumir, en esta nueva misión Machete debe salvaguardar la seguridad de Estados Unidos de un ataque terrorista. La historia involucra a un ex agente de la DEA convertido en un temible capo del narcotráfico con personalidad múltiple, un comando de peligrosas prostitutas “come hombres” con todo un arsenal a su servicio, un excéntrico traficante de armas y un letal asesino a sueldo que modifica su apariencia cada vez que comete un crimen. Rodríguez saca partido de ese guión estrambótico, por medio de diálogos cargados de ironía o gimmicks visuales (la escena de sexo en 3D, por citar alguno). Por otro lado, el texano no es del todo contundente en otros aspectos: todos los chistes auto referenciales son complacientes y no sabe qué hacer con su elenco.
Machete Kills es más el resultado de la excitación del director, que algo más redondo, por lo que vayan olvidándose de ver en todo su esplendor a Lady Gaga o Sofia Vergara. Y pensar que, después de esta oportunidad desperdiciada, ahora tenemos que esperar Machete Kills Again…In Space.