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Magic Mike

  • Cine
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Magic Mike
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

El refrán tiene razón: nunca se debe juzgar un libro por su portada, ni a una película porque es protagonizada por strippers. Strippers masculinos. Musculosos. Y que usan pequeñas bombas para agrandar su virilidad.

Después de olvidar esta pequeña imagen de tu mente, hay algo que saber antes de ver esta cinta de Steven Soderbergh: Magic Mike es una de las comedias dramáticas cuya inteligencia en el guión, y sus actuaciones te dejarán con un sonrisa automática y que en cierta manera, recuerda a Boogie Nights. Ambas son cintas que giran alrededor de la sexualidad, pero cuya naturaleza se concentra en underdogs que desea un triunfo en sus vidas.

Soderbergh, un director incansable (y algunas veces obvio y desatinado), entrega un filme que reúne los mejores elementos de su repertorio profesional: la comedia imperativa, que se cuela en una premisa dramática como en Sex, Loies & Videotapes; la hermandad natural y casi fraterna entre dos hombres (vista en el remake de Oceans 11); y la capacidad de brindar un espectáculo plagado de clichés, pero que aún así se siente fresco e innovador. Estas características también se perciben en la historia que dio origen a Magic Mike: basada en las experiencias del protagonista, Channing Tatum, como desnudista antes de volverse estrella de Hollywood.

Tatum intepreta a un obrero  que sueña con tener su propio negocio de diseño de muebles, para lograr su objetivo  en la noche trabaja como stripper. Un día en la constructora, conoce a Adam (después conocido como The Kid), a quien guiará por los vaivenes del mundo del espectáculo nocturno, al mismo tiempo que se enamora de su hermana.

Soderbergh guía con sutileza su cámara a través de coreografías bien estipuladas y detrás de bambalinas, donde vemos cómo son los momentos previos al espectáculo de la pista del baile (erótico). Pero lo más sorprendente, es cómo logra transformar una cinta cuya bandera es el morbo, en una película sobre la madurez emocional de un hombre y la gente que lo rodea. Eso sí, no recomendable si tienes problemas de autoestima y tu cuerpo cabe perfectamente en la butaca de un cine. 

Escrito por Josué Corro
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