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Puede ser que hoy por hoy Julián Hernández sea el cineasta mexicano abiertamente gay con más presencia y reconocimiento a nivel internacional. Un digno heredero del maestro Jaime Humberto Hermosillo, quien fue el primero en sacudir a la sociedad mexicana con sus películas en donde abordaba la homosexualidad mexicana y su imposibilidad de sacudirse de esa doble moral tan nuestra.
Hernández despuntó su carrera en el Festival Mix, por lo que cualquier nuevo trabajo suyo tiene como punto de partida obligatorio este encuentro cinéfilo. Esta 17ª edición del festival servirá como escenario de lanzamiento para esta película: un interesante ejercicio que aborda el fenómeno de la homofobia con su característico sello. Es uno de las películas obligadas de la cartelera del Mix.