Nacido para ser rey

Hay algo tan nostálgico en la segunda película del escritor y director Joe Cornish, que los amantes de las películas de los ochenta lo perdonarán por casi cualquier cosa. Esta aventura de fantasía tiene un espíritu Spielbergresco y cuenta la leyenda del Rey Arturo, pero ahora en una secundaria de Londres. No coincide con el debut de ciencia ficción, Ataque extraterrestre (2011) pero es un buen escaparate.

Como en las películas de Amblin que claramente lo inspiraron —ET— en Nacido para ser rey, sus jóvenes héroes saben algo que los adultos en sus vidas no saben. Aquí, Alex, de 12 años —Louis Ashbourne Serkis— y su mejor amigo Bedders —Dean Chaumoo— enfrentan la responsabilidad de salvar a la humanidad de un ejército de no muertos. Es mucho con lo que lidiar, especialmente con el bully de la escuela y el padre de Alex desaparecido. Su madre —Denise Gough— hace todo lo posible por alentarlo, pero no es hasta que encuentra la espada Excalibur, en un sitio de construcción, que encuentra un verdadero propósito.

Esta configuración antigua y moderna ofrece muchas oportunidades para los geeks y uno de los mejores chistes de pollo frito de la pantalla. Cornish se siente más cómodo en casa con estos cómicos ritmos. Se queda corto de encanto pero es divertida y agradable. Mírala a través de los ojos de tu adolescente interior y te divertirás.