¿Es posible que un profesor de filosofía se enamore de una peluquera de provincias? Si el tema os resulta apasionante, esta es vuestra película. Entre el drama melancólico y la comedia sofisticada, Lucas Belvaux intenta insuflar alma a una trama lánguida mediante inacabables disquisiciones sobre las relaciones entre la cultura y el pensamiento, por un lado, y la alegría de vivir por otro.
Es evidente que esta reducción al absurdo solo podía dar lugar a una cinta simplista, donde todo se resume en una peripecia de tozuda banalidad.