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Quizás el título no te atrape a la primera, a lo mejor pensarás que se trata de una sátira mal hecha. Sin embargo, No se metan con mi vaca te sorprenderá gracias a su estilo innovador y cómico que se sale de las cintas comerciales. El director de la película, Mohamed Hamidi, retrata otra realidad de París, la agrícola y rural que está alejada de las grandes marcas y las construcciones imponentes. Una París alternativa que nos muestra, a través de su personaje principal, el lado más inocente y obvio del humor francés dentro de un choque de culturas entre dos países totalmente distintos.
La cinta narra la vida de Fatah (Fatsah Bouyahmed), un humilde campesino argelino que vive en una aldea en compañía de su familia y su vaca café llamada Jacqueline. Entre juicios y críticas, Fatah tien el sueño de llevar a su compañera animal a la gran Feria de Agricultura en París, y tras varios intentos fallidos, por fin recibe la invitación al evento. Ante esto Fatah y Jacqueline tendrán que recorrer a pie el país galo para cumplir su sueño. Sin saber que se adentraban en una gran aventura, ambos personajes se encuentran con momentos de alegría, tristeza, amistad, risa y compañerismo que al final serán vitales para que puedan lograr su objetivo.
Gran parte de la cinta se desarrolla en escenas de campo, carretera y largos pastizales que reflejan el fundamento principal de la película: "una vaca que recorre la Francia agrícola". La fotografía de Elin Kirschfink retrata imágenes cálidas y luminosas en las que predominan colores verdes y amarillos. A pesar de no tener un guion tan profundo ni elaborado, el filme destaca por el humor y la comedia que impregnan los personajes en cada una de las escenas. Las cuales tratan temas relacionadas a las ganas de triunfar, la soledad, la amistad, el apoyo, la unión y la influencia de los medios de comunicación.
Desde la aldea desértica en Argelia hasta los largos pastizales que recorren Francia, las escenas de la cinta son adornadas con las canciones de Ibrahim Maalouf quien, a partir de su banda sonora, permite entender de mejor manera el entorno, contexto y relación entre ambos países.
Se trata de un filme que recibió los tres galardones más importantes del Festival de Comedia de Alpe D'Huez de este año y que, a través de su irreverencia e inocencia, promete sacarnos de la rutina de las cintas hollywoodenses para adentrarnos en una historia ligera pero agradable para ver una tarde.