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No sé si cortarme la venas o dejármelas largas

  • Cine
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
No sé si cortarme las venas o dejármelas largas
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

En un edificio de la Ciudad de México, la vida de apariencias es el pan de cada día para cada uno de sus inquilinos. El saludo forzado entre ellos casi imita la relación que la mayoría de nosotros tenemos con nuestro vecinos. Apareciendo como el salvador de la rutina Félix, futbolista retirado tras una lesión, llega a cambiar la interacción del edificio.

Con el ruido de dos disparos, la historia se transporta ocho meses antes. Julia y Lucas representan el cliché de cualquier matrimonio: ella, aparentemente una exitosa diseñadora de modas; y Lucas, el hombre que sobre todas las cosas cree en el amor incondicional y la fidelidad.

También viven Aarón y Nora, interpretada por Ludwika Paleta, quienes nos dejan ver los problemas sexuales que llevan arrastrando por años, como era de suponerse, producto del aburrimiento y las frustraciones personales. Si algo se debe contar en esta relación, es la obsesión de Nora por los antidepresivos y las telenovelas.

Lola, el eje central de la historia, llegó desde España con la idea de establecer una nueva historia tratando de evitar errores pasados. Las circunstancias desenfrenadas, temores y apariencias llevarán a los personajes a relacionarse inesperadamente, aplicando el dicho: para conocer a Inés hay que vivir con ella un mes.

Con una buena dirección y un sentido del humor aceptable, la adaptación seguramente logrará un sentido de afiliación en aquellas personas que atraviesan por una separación complicada, ya que como lo sugiere el título, la historia busca retratar las situaciones provocadas por el apego y los temores causados por el mismo. Para el resto, cumplirá el objetivo, el de entretener. 

Escrito por Melissa Garcilazo
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