Passion

La secuencia inicial de Passion resulta tan atractiva que Brian De Palma nos cautiva desde el inicio de este delirante thriller erótico. Conforme avanza la historia, sentimos la necesidad de elegir entre Christine (RachelMcAdams), o su tímida protegida Isabelle (Noomi Rapace), pero, ¿por qué escoger? Resulta que este par de berlinesas son totalmente irresistibles, a pesar de que en cada momento están listas para apuñalarse por la espalda. Este remake de la historia  de Alain Corneau, Love Crime (2010) es un gran regreso a las películas escandalosas que hace tan bien.

En esta cinta, la narración no cae en el suspenso común en el que la música dirige la atención del público, al contrario, cada elemento de la historia aparece perfectamente acomodado. De Palma nos mantiene hipnotizados al borde del asiento mientras esperamos que algo suceda. El homicidio aparece en una ejecución perfecta realizada por una acosadora enmascarada que se mueve con la precisión de una bailarina de ballet. A su vez, el filme se desplaza libremente en la perspectiva de las antiheroínas, robándonos toda comodidad, al punto que nos sentimos tan desorientados que es imposible permanecer de pie.

¿Existe algo mejor que una entrega técnicamente perfecta? Algunos dirán que sí y señalarán la sátira que hace Passion sobre nuestra cultura. Otros se molestarán por la falta de censura en los diálogos escritos por De Palma. Los debates entre estilo y sustancia que han seguido al director desde que osó a filtrar una perversión a la Hitchock, seguirán por siempre. Sin embargo, quienes caigan bajo el hechizo de la cinta se encontrarán perdidos en la visceralidad y seguridad que sólo una mente brillante puede realizar.