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Imaginen qué pasaría si mezclan Ghostbusters, Men in Black y Scooby Doo en una licuadora, pero sin diversión ni originalidad. El resultado es un coctel tan aburrido que al salir de la sala sentirás que fuiste vilmente asaltado.
Esto es sólo una forma de describir a R.I.P.D. Policía del más allá, un fracaso taquillero más de este 2013 (su presupuesto fue de 130 millones de dólares) y que invariablemente tiene justificación: este pobre intento de blockbuster carece de cualidades básicas del combo cine-entretenimiento. Su calidad en cuestiones de 3D es deplorable –como si se tratara de un homenaje a las películas del Santo– y con un uso del CGI que nos remite a la década de los 80: cuando vean a un fantasma que parece ser el hijo de un personaje de Eddie Murphy en Profesor Chiflado y un orco de El Señor de los Anillos, me darán la razón.
Porque claro, hay fantasmas en esta cinta de acción y fantasía –basada en el comic Rest in Peace Department, de Peter M. Lenkov–, en el cual un joven policía de Boston (Ryan Reynolds), después de ser asesinado por un compañero, llega un limbo donde debe de cumplir una noble tarea: regresar a la Tierra para combatir a unos espíritus malditos. No está solo, tiene como compañero a un vaquero del Viejo Oeste (Jeff Bridges, irritable y divertido, lo mejor de esta película). Juntos tratarán de salvar a la esposa de Reynolds para ganar su ingreso al Cielo, mientras nosotros, como espectadores, sufrimos una especie de Purgatorio cinematográfico.
Esta fórmula de “parejas-de-policías-completamente-opuestas” ha sido explotada tantas veces que no sólo es cansada, también llega a ser asfixiante cuando los protagonistas no tienen química. En cada escena se puede notar cómo ansían que el director Robert Schwentke grite “¡Corte!” para que puedan salir corriendo del set. Sin embargo, el mayor pecado no son las actuaciones ni tampoco los personajes irónicamente desangelados, sino la historia que carece de un buen desarrollo y un final acelerado. Pareciera que los productores decidieron recortar el presupuesto y le pidieron al cast & crew terminar el tercer acto del film antes de que llegara un pizza ordenada 30 minutos antes.
Aunque no sea su target planeado, quizás sea el público infantil quien disfrute un poco de esta cinta. Te recomiendo llevar una buena frazada o pila en tu teléfono celular, porque cualquier de estas actividades es mucho menos tortuosa que presenciar hora y media de esta película que, sin duda, entrará en el listado de las peores del año.