Basada en el robot de juguete, este cinta sacada de la manga, es un robo-flick con aspiraciones a la película Corto circuito de 1986.
Consternado ante la perspectiva de que su creación es utilizada para fines ilícitos, un inventor nerd (David Eigenberg) pone en marcha una cadena de acontecimientos que conduce Robosapien a la puerta del brillante Henry (Bobby Coleman) y su disfuncional familia monoparental.
El pequeño robot es un éxito instantáneo, transformando la fortuna de la familia y dándole a Henry una nueva oportunidad de vida. Pero no todo es brillante y conmovedor. A pesar de la trama, las actuaciones son predecibles y el papel de madre soltera en el que se convierte Robosapien es difícil de soportar. Una película sin nada nuevo que ofrecer. Nada más y nada menos.