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Mia (Tiffany Haddish) y Mel (Rose Byrne) son las mejores amigas, compañeras de negocios y roomates en la comedia Socias en guerra. Han compartido todos los detalles de sus vidas, y mucha droga, desde la escuela secundaria, pero comparten poca química en la pantalla cuando su compañía de maquillaje, Mia & Mel, es tragada por un conglomerado de cosméticos liderado por Claire Luna (Salma Hayek). Inevitablemente, su amistad se pone a prueba cuando Luna los pone a prueba y destruye sus ideas, literalmente, con un palo de golf, sin razón aparente.
Como era de esperar, el personaje de Hayek es una molesta jefa unidimensional —con una historia de fondo que nunca entendemos realmente— que se impone por sus enormes senos y usa una peluca de Charlotte Tilbury. Las escenas en la tienda de Mia y Mel son igual de discordantes. Jennifer Coolidge interpreta a Sydney, canalizando su personaje en Legalmente rubia pero con frases astronómicamente peores (Es fresco y limpio, como un termómetro en tu trasero).
Hay algunos momentos divertidos, que incluyen una revelación impactante en baby shower y una actuación típicamente atrevida del inimitable Billy Porter (Pose) como creador de maquillaje de Mia & Mel, pero la mayoría de los gags se sienten completamente fuera de contexto o completamente de la nada, tal como aparece una aparición de Lisa Kudrow en el endeble final de la película. No hay una cantidad de base que pueda cubrir las grietas de los personajes a medio formar y trazar aquí.