[title]
He aquí una película elaborada acatando solemnemente la ley del mínimo esfuerzo. Seis años después de la inexplicable éxito de 'Superpoli de centro comercial', Kevin James nos sorprende con una segunda parte aún más deleznable, ambientada en Las Vegas. Incluso para sus estándares, este film es nefasto, una anticomèdia papanatas y sin garra, incapaz de arrancar ni una sola sonrisa. Si la hubiéramos visto dando vueltas en círculo con su 'segway' durante 60 minutos quizás nos habría hecho más gracia. Útil, en cambio, para contar corderos.