Una noche loca

No es ni tan subversivamente divertida como la megadestructiva Project X del año pasado, ni tan creativa como ¿Qué pasó ayer? (en la que estos codirectores incursionaron como guionistas), pero esta entrega extra en el género de las películas de milenarias actuaciones malas sirve como un distintivo referente promedio.

Dos mejores amigos se vuelven el diablillo y el ángel sobre los hombros de su cuate bien portado (Justin Chon), quien está a punto de pasar a la edad legal para emborracharse. Durante su noche alocada, los placeres (mezquinamente modulados para la clasificación de la MPAA [Asociación Cinematográfica de América]) oscilan en el típico eje del guarro hetero: irrumpir en una sororidad, guacarear mientras se monta un toro mecánico, etcétera. Incluso puedes ver cómo una audiencia repleta de tipos se retuerce cuando dos de nuestros héroes son forzados a besuquearse, luego dan un paseo por el campus casi completamente desnudos, excepto por llevar puestas unas calcetas.