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Dice Ventura Pons que Universal y Faraona es "un film de films", que recupera imágenes, músicas y presencias de su filmografía anterior. El hilo conductor son tres amigos desaparecidos, iconos carismáticos de una Barcelona que también ha desaparecido: Ocaña, Gato Pérez y Pepe Rubianes. El primero, a quien Pons dedicó su primera película, 'Ocaña, retrato intermitente', es recordado por su hermano Jesús y por Ignasi Millet. La evocación del mito rumbero corre a cargo de Carles Flavià (otro ilustre añorado) y Jaume Sisa, reunidos por un documental anterior, 'El gran Gato'. Y Rubianes se nos muestra en primera persona, a través de grabaciones inéditas de sus viajes por África. El conjunto puede parecer disperso, pero está tocado por una gracia íntima y entrañable.