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Volver a nacer

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Time Out dice

Creo que Chayanne tenía un álbum que se llamaba así, 'Volver a nacer'. Y aunque Sergio Castellitto no tiene nada que ver con el cantante puertorriqueño me vale la analogía para advertir de que esta es una película remojada, inverosímil y también ridícula. Nunca nadie había explicado un aborto de manera tan frívola. Seré gráfico: Penélope Cruz lanzando besitos a la cámara y girando como una peonza –echadle imaginación: música, un charco de agua haciendo salpicadura, cámara al ralentí–, hasta que un goteo de sangre le baja por la pierna. Esto es al principio. Luego ya tiene un hijo, en pleno asedio de Sarajevo. Intuyo que en la raíz de todo estaba la intención de construir una de esas grandes madres que se dejarían cortar un brazo por sus cachorros. La de Pudovkin, la Roma y la Küster eran de esta especie. Pero ni gota de tal intensidad uterina. La realidad es que, aparte de una estética de videoclip insultando y cuatro gritos lacrimosos para llenar el vacío, no tiene nada que ofrecer.

Escrito por Josep Lambies
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