Zarafa

Yendo a la contra de la tendencia de cierto cine de animación, 'Zarafa' huye de la exhibición indiscriminada de reclamos visuales y opta por un dibujo en dos dimensiones sencillo pero elegante. Los planos se limpian de elementos innecesarios y se deja respirar las imágenes para que el espectador pueda apreciarlas, casi como si el film tratara de enseñar a "mirar" a los más pequeños. La historia se inspira libremente en el viaje de la primera jirafa que llegó a Francia procedente de Egipto, como un regalo destinado a nutrir la buena relación entre los dos países. A pesar del dibujo socarrón que se hace del rey francés, la cuestión política no es protagonista en 'Zarafa', más interesada en construir una aventura con valores morales a la manera de Michel Ocelot. En este sentido, quizá no es casual que el personaje del anciano que explica cuentos a los niños de una tribu africana tenga unas facciones parecidas a las del veterano director de 'Kirikú y la bruja'.