El hotel Fariones es toda una institución y una referencia indiscutible cuando se habla de los mejores establecimientos de Lanzarote. Algo que se nota nada más entrar en el espectacular hall y sentarse para el check-in. Fue el primer hotel turístico de la isla, allá por 1965, y desde entonces, tras una completa remodelación que concluyó en 2020, ha sabido mantener ese estatus, combinando una localización privilegiada en primera línea de playa, un cuidado servicio y unos jardines que le dan un aire paradisíaco que nos recuerda que estamos de vacaciones. Un buen ejemplo, además, de cómo modernizar un gran hotel de lujo sin perder de vista su esencia y la historia que lo hace especial.
¿Por qué alojarse en el hotel Fariones?
En la amplia oferta de hoteles de Lanzarote, hay pocos que merezcan la etiqueta de apuesta segura. Fariones es uno de ellos y, además, está situado en lo más alto de las opciones de la isla, con una larga historia de décadas que respalda esa categoría que va más allá de las 5 estrellas. Es, para entendernos, el hotel que los propios isleños señalarán cuando se les pregunte por un buen lugar para pasar unos días. El hotel perfecto para quienes quieran conocer Lanzarote en su versión más elegante y paradisíaca, pero sin renunciar a cierta esencia local. Su ubicación en el corazón de Puerto del Carmen lo convierte también en un excelente punto de partida para explorar la isla sin renunciar al confort y a la amplia oferta de ocio de esta animada zona, algo que muchos viajeros valoran especialmente.
¿Cómo son las habitaciones?
Si te gusta dormir con el sonido del mar, estás en el lugar adecuado. Si no, no te preocupes, que con la ventana cerrada hay silencio. Fariones cuenta con 213 habitaciones. Más allá de las diferentes categorías de estancias y su tamaño, todas comparten una cuidada decoración, moderna y acogedora, fruto de la reciente renovación de todo el hotel. Y, claro, vistas al mar, que invitan a sentarse en la terraza para disfrutar de esta privilegiada localización. Los materiales, la iluminación y el mobiliario reflejan una línea estética sencilla pero elegante, pensada para integrarse con el entorno natural. Algunas de las suites y junior suites disponen además de jacuzzi en la terraza y acceso a una piscina exclusiva en el rooftop del hotel. Si el presupuesto lo permite, es un plus a valorar.
¿Cómo es la comida?
Finca de Uga es la palabra clave. Quienes estén interesados en la gastronomía harán bien en preguntar por este proyecto, propiedad del hotel, de donde provienen algunos de los productos con los que trabajan en el desayuno y en los restaurantes de la casa. Los quesos locales que provienen de esta finca son magníficos y ampliamente premiados, así que merece la pena probarlos en algún momento. El desayuno, estilo buffet con platos preparados al momento, es muy completo y variado e incluye productos y platos locales, algo que siempre nos gusta encontrar. El hotel cuenta con dos restaurantes a la carta: Erizo, con una propuesta de cocina de Macaronesia con guiños a Cabo Verde o Madeira, y Kaori, un excelente oriental dirigido por Víctor Planas, que es una de las mejores opciones de la isla.
¿Cómo es el servicio?
Estamos en un gran hotel, y eso se nota nada más llegar. El check-in se acompaña de una bebida. Entre las opciones, un cóctel con frutas de Finca de Uga que recomendamos probar. A lo largo de la estancia, y pese a ser un hotel de tamaño considerable, el personal se muestra atento, ya sea para buscar la mejor mesa en la terraza a la hora del desayuno o interesarse por cualquier necesidad. Se nota oficio y veteranía, algo cada vez más difícil de encontrar en muchos establecimientos, y que aporta ese toque distintivo. Además, la sensación de familiaridad que transmite el equipo, sin perder profesionalidad, contribuye a que la estancia se perciba cercana y personalizada.
¿Qué piscinas e instalaciones tiene el hotel?
A primera vista, la piscina del hotel puede parecer un poco justa de tamaño para un hotel así. Pero tiene truco. De entrada, algunas de las habitaciones más exclusivas cuentan con piscina propia en la azotea. Pero además, los frondosos jardines, cuidados con mucho mimo, disponen de muchos espacios tranquilos con tumbonas en las que relajarse. Este es el verdadero lujo, aunque quienes prefieran estar a remojo también hay dos grandes jacuzzis con vistas a la costa y un spa. Además, el hotel está junto a dos pequeñas calas y una gran playa para disfrutar del Atlántico en todo su esplendor.
¿Cómo es el área alrededor?
Puerto del Carmen es una de las zonas más turísticas y populares de Lanzarote, con todo lo bueno –la oferta de ocio es muy amplia– y lo malo que eso supone, claro. El hotel Fariones, en realidad, ya estaba allí antes de que la zona se convirtiera en lo que es hoy y, de hecho, ha sabido mantenerse un poco al margen de esta masificación, marcando terreno en la parte más tranquila. Quienes busquen bares para salir, hay decenas. Quienes prefieran playa, tienen tres con acceso directo desde el hotel. Quedarse en su piscina o en los jardines tampoco es mal plan. Pese al ambiente turístico, el hotel conserva un aire propio, una sensación de calma que contrasta con la energía del entorno y permite elegir entre actividad o descanso según el momento.
¿Por qué deberías reservar en el hotel Fariones?
Es uno de los mejores hoteles de la isla. Algo que, siendo también el más veterano, tiene mucho mérito. Uno de esos lugares en los que no hace falta sorprender ni innovar porque lo clásico, en el mejor sentido de la palabra, funciona: cuidada atención, bonitas habitaciones, localización junto al mar y unos jardines espléndidos. Tampoco falta la apuesta por una versión propia de la gastronomía local que nos recuerda dónde estamos. Algo que siempre se agradece a la hora de viajar.
Detalles
Dirección: Calle Roque del Este, 1, Lanzarote
Precio por noche: desde 290 euros la noche
Transporte más cercano: Aeropuerto de Lanzarote, a 20 minutos en coche