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La ópera prima de Suzi Ewing no es lo que parece. Aunque empiece con la típica situación del presunto psicópata que secuestra al objeto femenino de su deseo, la trama evoluciona hacia otra cosa, una especie de enfrentamiento entre un hombre y una mujer que esconden más de lo que dejan ver. El guión del actor-escritor Noel Clarke apunta hacia la exploración de temas como la obsesión, la venganza, la relatividad de lo que conocemos como 'verdad' o la pérdida de la identidad en un universo ambiguo y oscuro. En cambio, la puesta en escena de Ewing prefiere no indagar en este sentido y limitarse a construir un pequeño –pero eficaz– ejercicio de suspense narrativo. Eso sí, con notable rigor y meritoria economía de medios, como las series B más clásicas.