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Era cosa del destino, seguramente. Whit Stillman, el director de la brillante 'Damiselas en apuros' y amante acérrimo de Barcelona, donde rodó una de sus películas, tenía que adaptar la obra de Jane Austen. Lo ha hecho con 'Lady Susan', una novela epistolar inacabada, considerada una de las obras menores de la autora inglesa. La historia de Susan Vernon, una mujer despiadada que hará todo lo posible por casar a su hija con alguien de bolsillo generoso, se convierte en 'Amor y amistad' en un fresco lleno de comicidad y de frescura.
Esta es una película alegre, y todo un placer para el espectador. Stillman, que siempre se ha mostrado proclive a hacer de la palabra uno de sus mejores recursos, despliega aquí unos diálogos profundamente ingeniosos, y un juego de elipsis que hacen del conflicto amoroso una trepidante aventura. En el centro del relato está Susan y su amiga y confidente en las conspiraciones, Alicia Johnson, interpretadas con gran agilidad por Kate Beckinsale y Chloë Sevigny, que vuelven a colaborar con Stillman veinte años después de 'The last days of disco'. Alrededor de ellas, las más malas de la función, hay toda una serie de personajes divertidos y virtuosos.
Hemos de decir que Whit Stillman hace todo un descubrimiento: Tom Bennett, un actor británico que roba la mitad del protagonismo, con una serie de gags que acabarán pasando, por derecho propio, a la historia de la comedia.