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“Los mexicanos nacemos donde se nos da la gana”, decía Chavela Vargas, la cantante de rancheras más famosa de México y quien se codeó con el mismísimo José Alfredo Jiménez y tuvo una relación estrecha con el director español, Pedro Almodóvar.
A seis años de su muerte, las directoras Catherin Gund y Daresha Kyi rescatan la historia la costarricense-mexicana y presentan este documental con material inédito de la cantante; entrevistas a sus exparejas y amigos cercanos.
Esta cantante se llevó las palmas de todo México gracias a su gruesa voz y su manera de cantar —llena de dolor y sufrimiento—, pero más allá de su talento fue una artista que —al igual que Juan Gabriel— se abrió camino en un mundo machista. Chavela rompió estereotipos y se plantó fuertemente en el escenario, con pantalones y sin maquillaje, para hacerle saber a todos que no importaban las preferencias sexuales que tuviera, ella iba a hacer lo que le apasionaba: cantar.
Chavela Vargas relata de primera mano cómo conoció a José Alfredo Jiménez, su corta relación con la pintora Frida Kahlo y el declive de su carrera por culpa del alcoholismo. Si bien ya tenía un lugar en los corazones de los mexicanos, Chavela se consagró 20 años después —en los noventa— con su regresó a los escenarios, con ayuda del director español Pedro Almodóvar, quien cuenta todo lo que hizo para ayudar a que la cantante se presentara en el teatro Olympia de París.
Este trabajo pone sobre la mesa la manera en la que Chavela empoderó a las mujeres en una industria liderada por hombres y, sobre todo, cómo le dio visibilidad a la comunidad de lesbianas sin siquiera mencionar su preferencia sexual. Es un excelente recordatorio de la importancia de la música mexicana para el mundo.