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¿Qué es lo que más te gusta de la tierra? Es la pregunta que repetidamente encontramos en El espacio entre nosotros. Esta cinta nos lleva a un viaje por el firmamento para traernos de nuevo a nuestra realidad y mostrar cómo, mientras buscamos con entusiasmo la vida en otros planetas, dejamos de ver los pequeños detalles que tenemos a nuestro al rededor.
La más reciente película del director Peter Chelson es la historia de Gardner (Asa Butterfield), un niño que nace en medio de una misión en Marte y, debido a los intereses de la empresa y su estado de salud, se le prohibe viajar a la Tierra, además de ser sentenciado a vivir en el completo anonimato. Gardner crece en medio de científicos astronautas pero gracias al Internet conoce a Tulsa (Britt Robertson), una adolescente que vive en Colorado, Estados Unidos, y alimenta su interés por la vida terrestre y por conocer a su padre que no sabe de su existencia.
Cuando Gardner consigue viajar a la Tierra escapa de la vigilancia para ir en busca de Tulsa, para que le ayude a encontrar a su padre. En su aventura debe enfrentarse a las normas sociales, culturales, sus sentimientos y cómo expresarlos, así mismo Gardner tiene que descubrir qué es lo que más le gusta de la Tierra.
En está ocasión encontramos a Gary Oldman, conocido por su participación en Hanibal (2001), El perfecto asesino (1994) y Harri Potter y el prisionero de Azkaban (2011), con una actitud tierna y protectora, que intenta hacer todo lo posible por ayudar a Gardner a sobrevivir, aún lejos de nuestro planeta.
También Asa Butterfield, recordado por las cintas La invensión de Hugo (2011) y El niño com el pijama de rayas (2008) nos vuelve a tocar al corazón con la inocencia de Gardner, y en su sed de conocer el mundo, muestra al espectador lo divino de la cotidianidad: una platica con un desconocido, el sabor de un chocolate, un beso de amor e incluso un día lluvioso, estos y otros escenarios que hacen que te enamores de la vida y quieras salir a conocer el mundo.