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Paul Schrader es intocable cuando se trata de retratar hombres (siempre son hombres) atrapados entre el mundo moderno, ruinoso, y una vida elevada, casi espiritual. Lo hizo, acuñando el icono, en el guión original de 'Taxi driver', de Martin Scorsese, y como director en 'Desenfocado', un descenso al mundo de la adicción sexual y el porno. Ahora vuelve a pisar un terreno que nos es familiar en 'El reverendo', una historia meditativa sobre un reverendo de Nueva York (Ethan Hawke) consumido por la culpa. Gustará a los fans de Schrader, porque recuerda a sus primeros films en muchos elementos: volvemos a tener una voz en off como la de Travis Bickle, una mujer con problemas que necesita ser rescatada (Amanda Seyfried) y las memorias de un hijo que murió en la guerra de Irak. En última instancia, es un examen de conciencia y fe muy eficaz.