Ha nacido una estrella (2018)

No es una carta de amor a Lady Gaga, sino más bien un morreo con mucha lengua, pasión e irreverencia. Bradley Cooper se sumerge en la mitología de la diva y, como si se tratara de una precuela de Marvel sobre los orígenes de los superhéroes, la transforma en protagonista de este remake del clásico que Judy Garland interpretaba los años 50, como si su background fuera la historia que de verdad quiere que contar. Sin maquillaje ni bistecs, Gaga se nos muestra tímida, temblorosa, pequeña, enfrentándose al reto de los escenarios. De Cooper, que aquí debuta como director, diremos que aprendió de Clint Eastwood cuando hacía 'El francotirador'. Y de ella, que se estrena como actriz, diremos que está espectacular.