Hermia & Helena

Luego de profundizar en temas como la condición de la intimidad humana en una sociedad agitada en las películas Viola o La princesa de Francia, el cineasta argentino Matías Piñeiro regresa a la pantalla grande con Hermia & Helena, cinta en la que ahonda la comunicación y el lenguaje como barrera para el intercambio de ideas. Es el retrato de un abismo en la juventud de los tiempos modernos.

Con una estructura narrativa similar a la de una puesta en escena, la película se desarrolla en tres actos definidos por sus personajes y su confrontación con Camila (Agustina Muñoz), una joven argentina directora de teatro, quien gracias a una beca viaja a Nueva York para trabajar en la traducción al español de Sueño de una noche de verano. La protagonista emprende el sueño bohemio americano y comienza a escribir una nueva vida. A su llegada recibe misteriosas postales que le reviven recuerdos que al combinarse con las nuevas experiencias y amistades, hacen que el viaje tome más sentido.

Piñeiro juega con el tiempo y la ubicación geográfica entre una cálida Argentina y el invierno nostálgico de Nueva York; entre el inglés y el español. Entre el aquí y el allá. Nuestra presencia como espectadores en dos lugares distintos es fundamental, al acompañar a la protagonista en su andar por la búsqueda de su identidad. Las incongruencias narrativas y fílmicas en Hermia & Helena son la palanca que le dan sentido a esta tensa comedia romántica que retrata la moderna y despersonalizada forma de comunicarnos en circunstancias con importancia real.

En este mundo ya todo está permitido, al menos eso nos guiñe el cineasta argentino, posicionado como uno de los pilares del cine experimental de América Latina utilizando una narrativa audiovisual con imágenes en espejo, doble exposición o efectos en negativo, finamente acompañados por la brevedad de una historia que no podría ser entendida sin los admirables y adorables detalles visuales del fotógrafo Fernando Lockett.