Cómo se hace una crítica a un film como éste, claramente militante: ¿cine de denuncia, cine político, cine de servicio? Creo que la mejor manera de acercarse a ellos es la de reconocer a Sílvia Munt la capacidad de dar todo el protagonismo a las personas que llenan La Granja del Paso de vida y de sentimiento. La Granja del Paso es un caserío de Sabadell reconvertida en centro de reunión y discusión de todos aquellos afectados por diferentes problemas con su vivienda. Tomando algunos personajes como guías y portavoces, el film nos adentra en las vidas de los que padecen esta situación, con mucho cuidado de no provocar demasiada compasión, mostrando la dignidad de los que se prestan a explicar públicamente sus problemas y aplaudiendo la solidaridad y el respeto que se genera entre todos. El documental sólo se permite una licencia poética: comienza una noche oscura y termina con un día que nace lleno de luz. La esperanza está presente al grito solidario de "Sí se puede".

Reseña
La granja del Paso
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