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Han pasado ocho años desde que Elena Trapé debutó con 'Blog', aquella película que tenía que sorprender por su historia sobre un grupo de adolescentes que planea perder la virginidad, pero que acababa reivindicándose por su tono espontáneo. Ahora, Trapé firma su segunda ficción, 'Las distancias', un retrato ya no de la adolescencia sino de una edad adulta en el que nos precipitamos a una madurez no siempre deseada. Esto es lo que ocurre en un grupo de amigos que visitan a un antiguo compañero que vive en Berlín y que desaparece tan pronto como llegan sus huéspedes. La premisa, sencilla como la vida, es más interesante que algunos de los conflictos de los personajes. Importan menos las curvas del relato que la sensación que deja el trayecto: la de contemplar aquel momento en el que ciertas amistades quedan atrás, la distancia que genera el paso del tiempo.